El presente documento pretende ser una aportación de los integrantes del Comité de Lucha Estudiantil del Politécnico al debate sobre el Congreso Nacional Politécnico, por supuesto que no pretende ser la última palabra respecto a este tema tan importante, sin embargo, como todos los integrantes de la comunidad, manifestamos nuestro derecho a opinar.
"Los marxistas no abogamos por actos esporádicos de violencia por parte de grupos o individuos: disturbios sin sentido, rotura de escaparates, incendios, etc. Este tipo de cosas a veces reflejan la ira genuina y la frustración de la gente, especialmente los jóvenes desempleados y desposeídos, contra la pura injusticia de la sociedad de clases. Pero este tipo de acciones no conducen a nada positivo. Se limitan a alienar a las capas más amplias y dar a la clase dominante una excusa para dar rienda suelta a toda la fuerza del Estado, con el fin de aplastar al movimiento de protesta en su conjunto".
Muchos de nosotros hemos escuchado en spots y discursos de los políticos fanfarrones de la burguesía (que no son más que títeres, en nuestro país tenemos el gran ejemplo con EPN) como alardean que la juventud es el futuro y motor de sus respectivos países, siendo este un discurso vacío y una ilusión de los millones de jóvenes que formamos este país donde no hay una justa igualdad de oportunidades para tener una mejor calidad de vida.
Después de un paro estudiantil de 78 días en el IPN, en donde la demanda principal era y es la democracia en las escuelas, hoy en día parece una burla que la autoridades de la ESIME Zacatenco estén realizando un proceso para elegir director olvidando que existió tal movimiento.
Al terminar el paro de labores con la firma de los acuerdos del Instituto Politécnico Nacional y regresar a la vida académica en las escuelas han continuado los problemas. En las escuelas, existió una masiva destitución de directores, y por ello surgió la necesidad de organizarse para lograr la democratización del IPN. Una de las escuelas que avanzaron en este proceso es la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura Unidad Zacatenco en la cual se llevó a cabo un proceso de inclusión a toda la comunidad (Estudiantes, Docentes y Personal de Apoyo) para la generación de una terna elegida democráticamente.
Frente al panorama que se presenta en la UNAM es necesario ahora más que nunca la organización de los estudiantes para poder hacer frente tanto a la antidemocracia que se vive a lo interno, como a los futuros recortes de presupuesto que se avecinan con la implementación de la Reforma Energética y las crisis económica por la que atraviesa el país.
Históricamente, uno de los estandartes de lucha de las y los estudiantes del IPN ha sido la salida de los grupos porriles, que son el cáncer que carcome a nuestra casa de estudios, pues estos grupos de choque, desde su aparición no han hecho sino amedrentar, intimidar, golpear incluso asesinar a estudiantes.
Las políticas tecnificadoras en el sector educativo se han impulsado a nivel mundial para abaratar los costos de la mano de obra e incrementar los ingresos de la clase dominante. Desde 2008 la crisis global del capitalismo se ha agudizado como nunca antes y para sacar del atolladero al sistema, se han implementado las famosas “Reformas estructurales” (como perfectamente las conocemos en México) y planes de austeridad (sobre todo en Europa) que atentan directamente a la población y en específico a la clase trabajadora; estos planes de austeridad han contemplado la reducción al gasto público (educación, salud, infraestructura, etc.), recortes de personal monstruosos en casi todas las empresas en función y planes de endeudamiento a la población orquestados por los banqueros. Fruto de esto hemos visto como las economías de algunos países europeos han ido en picada y la población ahora se remite incluso a los basureros para encontrar alimento, tal es el caso de España y Grecia, siendo importante mencionar que este último pasó, en tan sólo cuatro años, de ser el anfitrión de los Juegos Olímpicos como insignia de la estabilidad de la Unión Europea a un país hundido en la miseria. La aplicación de tales medidas no ha mostrado mejora alguna a ya casi 7 años de su implementación.