Tras meses de noticias acerca del retroceso de la economía china, en las últimas semanas el optimismo se ha apoderado de algunos economistas burgueses. Argumentan que la amplitud y efectividad de las medidas anticrisis adoptadas por el régimen chino posibilitan una rápida recuperación. Es indiscutible que la economía china cuenta con poderosos recursos, destacando su gigantesca potencia industrial1 y sus enormes reservas económicas. Sin embargo, todavía es demasiado prematuro para afirmar que estamos ante una inminente recuperación y, sobre todo, para descartar que la actual crisis, al margen de su duración en el tiempo, no provocará una profunda y duradera herida en la economía del gigante asiático.